Ya ha pasado un año desde que el prestigioso periódico "The New York
Times" recomendara la ciudad de Burgos como destino para 2013. Y ya ha
pasado el año en el que Burgos fue declarada Capital Gastronómica
Española. Pero en la ciudad, nada ha cambiado, se sigue respirando esa
alegría, esa ilusión y orgullo con la que los burgaleses quieren enseñar
su ciudad.
Que por Burgos pasa el camino de Santiago queda patente en todos sus
alrededores. Su catedral, un viaje, porque por sí sola hace que merezca
la pena una visita a la ciudad. Espectacular monumento gótico Patrimonio
de la Humanidad. En este recorrido tampoco pueden faltar el Monasterio
de las Huelgas ni la Cartuja de Miraflores. Y por supuesto no podemos
olvidar la nueva joya de la ciudad, el Museo de la Evolución Humana
(MEH), que junto a la visita conjunta a los yacimientos de Atapuerca
hacen de ésta una visita obligatoria.
Pero si hay algo con lo que se nos conquista es con el estómago, y
Burgos lo consigue sin ninguna duda. Bendito sea el tópico "que te den
morcillas", y bendita sea la morcilla de Sotopalacios. Pero no solo
Morcilla… ¿Langostino hilado crujiente?¿Crema de erizo? Sí, por favor.
La gastronomía es un arte más en la ciudad; a destacar, El Morito, el
Gaona Jardín o el Mesón Burgos (Sombrerería); en la calle San Lorenzo
encontramos el Casa Pancho o La Comidilla y sin olvidar La Favorita en
la calle Avellanos o el mítico cordero del Ojeda.
En conclusión, una ciudad que se merece el primer post de Planeta
Viajero. Os animamos a realizar una escapada de la que no os vais a
arrepentir.