Publicado 13-06-2014
Para los despistados que aún no ubican Cerdeña en el mapa os diremos que
la segunda isla más grande del Mediterráneo y se encuentra entre
Córcega, Italia, Túnez y las Baleares. Lleva habitada más de 4.000 años.
Esto hace que tengan una cultura propia y encontremos vestigios de
todas las civilizaciones que han pasado por ella, desde los nuragas,
hasta fenicios, cartagineses o romanos. Y no dejes de visitar la zona
norte de la isla si buscas restos romanos, es donde más encontrarás. Por
cierto, ¿sabías que hay gente que habla catalán y algunas calles tienen
el nombre en este idioma? Eso es porque durante la Edad Media la isla
también estuvo ocupada por la Corona de Aragón.
Tanto si quieres mar como si eres de montaña ésta
isla es para ti. Tiene una superficie montañosa del 80% y es la región
con más superficie forestal de Italia. Ideal para los amantes de las
playas paradisíacas o para los que quieren hacer senderismo y perderse
por bosques interminables.
La Costa Esmeralda, durante el verano un lugar especial al norte
de Cerdeña, donde gente de todas partes del mundo acuden en masa a
disfrutar de sus playas, puertos, y como no, sus tiendas de marca
exclusivas y coches de lujo en Porto Cervo. Portada de las revistas de
la jet set, guarda muchos rincones disponibles a todos los públicos. Sin
duda, la Costa Esmeralda ha dado un empuje sin precedentes al turismo
de Cerdeña.
Alguero, ciudad con un encanto muy especial, similar al que
podemos encontrar en ciudades como Dubrovnik. La villa al noroeste de
Cerdeña conserva lazos culturales y lingüísticos con Cataluña. Desde
aquí Bosa, en la que merece la pena escaparnos para admirar sus casas multicolores; o la Gruta de Neptuno con su galería de formaciones pétreas; las playas de Stintino o el Parque Natural de Asinara.
En Cerdeña se come y se bebe muy bien, su vino dulce Mirto, el tinto
Cannonau, la birra isleña Ichnusa, quesos de cabra y ovejas que, los
embutidos... Una gastronomía exquisita que pondrán el mejor sabor de
boca a unas vacaciones inmejorables.
Desde España, una buena opción para llegar es mediante ferry, con el
cual podemos ir con nuestro propio coche y movernos a nuestro aire a lo
largo de la isla, sin depender de traslados, coches de alquiler, etc.
Una auténtica maravilla mediterránea al alcance de todos. ¿Todavía te lo
estás pensando? Te ofrecemos un viaje a Cerdeña con el que conocerás hasta el último rincón de este paraíso mediterráneo, aprovéchalo.